La respiración abraza una parte física, mental y espiritual. Estas partes forman un todo y son inseparables. Si están en armonía crean el camino hacia una plenitud total. Podemos decir que «Una respiración correcta supone una correcta manera de vivir y entender la vida».
Cuando realizamos un correcto y persistente entrenamiento respiratorio obtenemos una profunda experiencia personal transformadora que nos hace viajar hacia las emociones profundas y a la apertura y desarrollo de un camino espiritual con una sensación real de sentirse realmente vivo.
Un buen entrenamiento respiratorio enfoca la mente y fortalece el espíritu, mejora la creatividad, la auto motivación y la comunicación. Asimismo, potencia el sistema inmune, mejora la circulación sanguínea, sistema endocrino, linfático, muscular y disminuye los síntomas de dolor o molestias. Da fortaleza física, psíquica, histamínica y control de las emociones, produce gran relajación en el sistema nervioso central con una sensación permanente de distensión muscular y ligereza. Mejora exponencial en la calidad del sueño y digestión debido al gran poder de estimulación del nervio vago parte del sistema autónomo parasimpático (SNP) responsable de los procesos de reposo y digestión.
Un correcto trabajo respiratorio potencia una mente optimista y más segura de sí misma mejorando la capacidad de conexión con otros. Es un potencial liberador de las hormonas del estrés que te hace más centrado y con un nivel de libido más activo.
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